jueves, 2 de febrero de 2012

DOBLEMENTE PENDIENTE

     Las noticias pierden vigencia en el  transcurrir del tiempo; por tal motivo y a pesar de haber escrito este comentario al siguiente día del hecho en cuestión, me percaté de otros tantos artículos referidos al tema. Sin embargo, continúo sintiendo que tengo una deuda de solidaridad hacia María Corina Machado, no sólo por ser mujer sino porque fue la única, como asambleísta, que tuvo los *co...* de ponerle un parao a nuestro Presidente Hugo Chávez, quien a cuenta de su investidura abofeteó verbalmente a sus escuchas durante todas las horas que le provocó.

     Por aquella acción, felicito y agradezco (a destiempo) a la diputada Machado. No se si usted, ganará o no las primarias pero, cualquiera sea el resultado, necesitamos su voz alta y clara, su tenacidad y su valentía.

     De igual forma, tomo las palabras del Dr. Ramón Guillermo Abeledo: "Hablar y hablar para no decir nada" -se refería al discurso de nuestro máximo representante- pero yo quiero hacer énfasis en lo siguiente: ya sabemos de que tenor son los discursos, los alo, etc. etc. pero lo que tengo atragantado es la sensación de cobardía, incapacidad, complicidad y cuando menos de falta de gallardía y caballerosidad del 99% de los asambleistas que permanecieron pegados a sus *poltronas* y no dieron señal de apoyo ante la evidencia planteada por María Corina.

     No me queda más que expresar a ustedes asambleistas TODOS y TODAS de una y otra tolda política que le hagan un favor a nuestro Presidente Chávez y en consecuencia a Venezuela: que diga lo que calla pero a ustedes, por favor, no callen lo que tienen que decir.