miércoles, 9 de noviembre de 2011

TÍN MARÍN DE DOS PIRIGÜÉ...

     A veces siento cierta vergüenza que de alguna u otra forma siempre caigo en situaciones que tienen que ver con nuestro Presidente Chávez. Se me hace inevitable porque él abarca los medios de comunicación: el periódico, abres la página y ahí está...prendes la TV y aparece o bien dando declaraciones o en cadena, en fín, mi vida, qué digo mi vida, nuestras vidas! están signadas por su palabra, su rostro, sus órdenes (porque él no pide sino exige y controla).
     
     Justamente entre las cosas que dijo hay una que me tiene molesta y es la relacionada con El Chacal:
"No puede haber un venezolano fuera de nuestro país...etc.etc..." en pocas palabras, quiere ayudarlo, no sé si a través de dinero para los abogados que lo defienden en Francia porque ya están limpios o sabrá Dios cómo y con cuánto a nivel diplomático, de Estado a Estado. Cualquiera de las formas que utilice, parece paradójico que le preste tanta atención a ese señor, quien no fué ni es precisamente el Patriarca Job y  de paso se ve muy bien cuidadito y por el contrario,  no asuma la misma actitud hacia los presos políticos de nuestro país, que si bien -según él- algunos son culpables de asesinato, están muy mal de salud y sus condiciones bien precarias. Si aquel  no es Job, Chávez tampoco es el Rey Salomón para tener en sus manos la cabeza de los presos.