miércoles, 17 de agosto de 2016

Y QUE OBRERO

     Nuestro presidente de la república se hace llamar "obrero" y hay que tener poca vergüenza. El obrero venezolano vive deambulando todos los días para conseguir alimentos y/o medicinas, a pesar que se nos pretenda meter en la sopa a los famosos CLAP como nuestro maná redentor.

     Creo que el presidente se entera de la realidad de este país cuando viaja y seguramente está afectado, por la altura? Alguno de sus asesores pudiera tomar alguna panorámica de las interminables colas que parecen manifestaciones en cualquier parte del país, en donde sus tan "amados colegas obreros" pierden el aliento esperando que la ruleta les favorezca? SÍ, RULETA, porque están hora tras hora, día tras día ruleteando para ver qué consiguen para comer o para aliviar una enfermedad y sorteando también a los hampones, motorizados en combo  (custodiados muchas veces por la guardia) que pistola en mano arrastran con lo que pueden, incluyendo la dignidad "del obrero que tanto alega Maduro.

     

miércoles, 3 de agosto de 2016

CUÁL ES EL MIEDO

     Conozco a muchos compatriotas "opositores a mi ideología" que son bellísimas personas y otros tantos que aún cuando tengamos los mismos criterios políticos no los querría muy cerca de mi. No lo he preguntado pero a lo mejor a todos nos ocurre lo mismo.

     A pesar de ese comentario previo, se nos hace muchas veces difícil compartir razonadamente problemas que nos atañen a todos por igual: la escasez, inseguridad, alto costo de la vida, los malos servicios y paremos de contar...

     ¿Acaso todos no lo sufrimos? ¡Claro que sí! 
     ¿Tenemos todo lo que quisiéramos en nuestros hogares? 
No hablo de lujos sino necesidades básicas (comida, medicinas, vestuario)? ¡Claro que no!
     ¿Alguna familia en Venezuela ha estado exenta de un robo, atraco, asalto, secuestro o lamentablemente de un asesinato? ¡Claro que no!
     ¿Nos funciona a las mil maravillas la luz, el agua, internet , etc,? ¡Claro que no!

     Entonces si estamos de acuerdo  por qué no somos lo suficientemente  valientes y honestos con nosotros mismos para reconocer que debemos cambiar lo que tenemos, cuál es el miedo.