jueves, 15 de marzo de 2012

HABLANDO DE AGUAS CONTAMINADAS

     La semana pasada tuve una sobrinita hospitalizada por vómitos, diarreas y fiebre muy alta. La pobre niña pasó la noche del viernes hasta las 7pm del sábado en la sala de emergencia de una reconocida clínica de Carabobo, hasta que por fín la pudieron internar para darle el tratamiento y atención más específica que requería. Sus papás, como es de esperar, llenos de preocupación, por cuanto no sólo la niña estaba así sino cualquier cantidad de infantes (unos  menos o más comprometidos que otros).

     No era la primera vez que escuchaba que el agua en Naguanagua, en Valencia, etc. salía de tal o cual color, que si olía mal, que si les daba piquiña, que si se les irritaba los ojos, que tenían que dejar correr el chorro del agua antes de bañarse, en fin, cualquier cantidad de cosas. Nada era exageración. Basta escuchar o leer las noticias o periódicos. Por cierto, mi ahijada me envió una foto de esa agua sacada de la tubería que parecía sopita o chocolate.

     Las acciones para solventar este problema y sus terribles consecuencias van más allá de trapitos húmedos.  Se necesitan políticas contundentes, políticas de Estado y organismos verdaderamente comprometidos no sólo con el voto sino con la salud del pueblo. Se requiere inversión y mantenimiento. Hay que exigirle a las autoridades competentes y tenemos que despertar de tantos sueños...no sea que el sueño que vayamos a disfrutar sea el sueño de los justos...y después sólo nos dirán q.e.p.d.

NOS DEJÓ PÁLIDOS...

     Cuando asesinaron al Cantautor Facundo Cabral, el mundo  se estremeció y yo como parte de este insólito mundo me estemecí también.

     Amaba a este hombre sin saberlo. Cuando era joven, aparte de ser un mango, sus cantos de protesta, aquella barba, señalaban a un intérprete diferente y el tiempo nos dió la razón. Se convirtió en lo que fue, hasta que la sinrazón acabó con su vida. Él que buscaba la libertad y que había aprendido a sobrellevar sus propias cargas físicas y emocionales, se tropezó con la muerte aparentemente por equivocación. 

     Irónico me ha resultado conocer el nombre del desgraciado que nos privó de su canto: "El Palidejo".  Pálido  debería quedar por el resto de su infeliz vida y para *beneplácito* de sus deudos que sea arrullado con los himnos de Cabral...a lo mejor tendrá tiempo de arrepentirse.

sábado, 3 de marzo de 2012

VENEZUELA ES UN PANTALÓN

     Los últimos acontecimientos del país son  para pensarlos y sopesarlos. Todo gira en torno a la enfermedad del Jefe de Estado.  Se acabó el secretismo pero a medias, por cuanto la información que suministra la voz autorizada, no es realmente un parte médico sino la lectura de una plana.

     El gobierno nos tiene acostumbrados a las mentiras o por decir lo menos, "a la desviación de la verdad." Entonces no se pueden molestar por las especulaciones ni por el hecho de no creer en los cuentos de Caperucita Roja Rojita.

     Por tanto, comienzan a ocurrir cosas, cositas y cosotas que casi siempre se incrementan cuando el Presidente no está. Qué suerte la de la Oposición y la del Imprerio Mismo que son "perturbadores de oficio", según sugieren algunos.

     Un día sí y  otro también. se hacen manifestaciones, paros, bloqueos de carreteras, invasiones para solicitar viviendas, denuncias de corrupción a quienes no son del PSUV y por supuesto, dádivas y más dádivas bajo la careta de misiones socialistas, ayudas humanitarias o del calificativo que  se les ocurra inventar.

     Pienso que  nuestros compatriotas del partido de gobierno están forzando la cremallera al tratar de ocultar los desmanes de su administración, como el obeso el aumento de talla. A aquellos, se les va a reventar el cierre como al gordito tratando de disimular su mondongo. 

     La diferencia estriba  en que un pantalón se puede arreglar, comprar otro o simplemente su propietario someterse a un régimen alimenticio para adelgazar pero, cómo recoger los pedazos de un país cuando agobiado por tanto desorden, injusticia y promesas incumplidas, explote a través de sus hendiduras en pedazos?

     Si no nos convencemos que Venezuela es un pantalón lo suficiente amplio y extenso para albergarnos a todos -aún siendo una masa heterogénea- no habrá cierre, ni cremallera, ni pared, ni muralla, ni cárcel, ni represa que contenga a las masas desbordadas.

     Venezuela sí es única pero nos pertenece a todos los venezolanos.