domingo, 15 de febrero de 2015

Y hablando de esperanza...

     Precisamente, tengo mucha eperanza con relación a mi nieto Sebastián y además lo siento y lo visualizo libre como un pájaro...


        Mi niño hermoso es un turpial,
su dulce trino hace bailar.

        Mi niño hermoso es cardenal,
cruza fronteras y también el mar.

        Mi niño hermoso es azulejo,
y aún de noche brilla de lejos.

        Mi niño hermoso es un canario,
va a las estrellas a encender su canto:

     "Estrellita dónde estás quiero verte titilar
       en el cielo y en el mar..."

ESPERANZA...

     Con la ESPERANZA que me disculpen las personas que aprecio, envío a todas mi cariño y un sinfín de abrazos, amapuches y deseos por un año en donde nos reencontremos propios y ajenos en esta tan rayada y rallada Patria de Bolívar.

     Por otra parte, esa ESPERANZA tiene que tener muchas manos y corazones en pos de ella misma, por cuanto cuesta sostenerla, ya que sólo en lo que va de este año 2015 ha sido un manojo de situaciones poco esperanzadoras...

     Lo cotidiano en nuestro país es exactamente lo contrario: desesperanza, pero lo escribo con minúscula porque no nos podemos rendir ante los atropellos a los que tratan de someternos cada día, siendo el más generalizado el de las colas. No hay un lugar en Venezuela en donde no veamos cientos y miles de personas grandes, chiquitas, viejos, niños, bajo un sol inclemente a la espera de un producto cualquiera, pero lo peor de esta situación es que se está transformando en modo de vida...y eso es indigno.

     Tengo ESPERANZA que se vuelva a la sensatez, que retomemos la dignidad por la humillación para valorar el trabajo en lugar de la pereza.

     Un pueblo se engrandece cuando su gente es crítica y no cuando calla y acepta las migajas. Un pueblo crece cuando cultiva su intelecto, desarrolla sus habilidades y se vuelve emprendedor. Un pueblo trabajador hace un país grande.

     Como la ESPERANZA dicen que no se  pierde, me aferro a ella porque quiero que despertemos de esta pesadilla, que aclamemos justicia, que denunciemos la impunidad, que exijamos nuestros derechos y que seamos más y mejores ciudadanos llenos de ESPERANZA.