Precisamente, tengo mucha eperanza con relación a mi nieto Sebastián y además lo siento y lo visualizo libre como un pájaro...
Mi niño hermoso es un turpial,
su dulce trino hace bailar.
Mi niño hermoso es cardenal,
cruza fronteras y también el mar.
Mi niño hermoso es azulejo,
y aún de noche brilla de lejos.
Mi niño hermoso es un canario,
va a las estrellas a encender su canto:
"Estrellita dónde estás quiero verte titilar
en el cielo y en el mar..."
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