domingo, 15 de febrero de 2015

Y hablando de esperanza...

     Precisamente, tengo mucha eperanza con relación a mi nieto Sebastián y además lo siento y lo visualizo libre como un pájaro...


        Mi niño hermoso es un turpial,
su dulce trino hace bailar.

        Mi niño hermoso es cardenal,
cruza fronteras y también el mar.

        Mi niño hermoso es azulejo,
y aún de noche brilla de lejos.

        Mi niño hermoso es un canario,
va a las estrellas a encender su canto:

     "Estrellita dónde estás quiero verte titilar
       en el cielo y en el mar..."

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