Este artículo lo escribí en marzo pasado, exactamente el día en que luego, moriría el Presidente Chávez; por respeto no lo publiqué en ese momento. Hoy vuelve a tener vigencia y he decidido hacerlo.
Señor Nicolás Maduro: en una oportunidad, siendo mi hijo pequeño, le pedí a uno de sus mejores amiguitos que se fuera de nuestra casa porque ya me tenía obstinada por su mal comportamiento, a lo cual el niño me preguntó desafiante que por qué debía hacerlo..."¿es una orden, un mandato, una súplica o una sugerencia?" Ante tal postura, me ví en la necesidad de responderle que el motivo era su mal comportamiento, así que tendría que acatar la orden, el mandato, la súplica y la sugerencia e irse de inmediato. Ese amiguito me hizo caso y desde ese momento, como por arte de magia, creo que fue mejor persona.
Quisiera continuar este comentario, misiva, detracción, insulto, póngale usted el calificativo que le provoque, total, Ud. es especialista en quehaceres literarios jamás imaginados (al menos por mí) a la hora de hablar, locucionar, dialogar, murmurar, explicar, transmitir, decir, comunicar, declarar, manifestar, discutir o expresarse; por tal motivo, quisiera pedirle que no sea tan parlanchín, lenguaraz, cotorra, palabrero, parlero, cuentero...
Basta de inventar mentiras, no plagie más a Chávez (q.e.p.d.) Deje de engañar, tramar, improvisar, fingir. De verdad que ya es demasiado. ¿Cómo se puede ser tan intrigante? Ud. está cayendo en su propia trampa...se la pasa maquinando traiciones, confabulaciones, saboteos, magnicidios...
Yo me atrevo a decir que mis poros respiran complot pero proveniente de su lenguaje. No hay nada peor para generar zozobra que una lengua viperina..
Lamentablemente a usted no lo puedo botar de mi casa ya que me es imposible darle una orden ni un mandato, aunque me gustaría sugerirle y suplicarle que modifique el mensaje al que nos tiene abarrotados, atiborrados, saturados. Por su propio bien y nuestro bienestar...sea mejor persona...
