miércoles, 27 de julio de 2016

MUCHA PELÍCULA

     Se dice que una imagen vale más que mil palabras...

     Cuando apreciamos una pintura, una obra de arte, nos resulta muchas veces tan real que podemos visualizarla e inventar o tejer una historia alrededor de la misma, pero cuando nuestros ojos son el lienzo y la realidad el pincel, no se necesitan otras musas para mover las fibras del artista.

     Si a todo lo anterior se junta aunque sea una palabra o acción desgarradora, un llanto, una súplica, tendremos una película dramática que se repetirá una y otra vez en nuestra memoria.

     Dos situaciones me  han golpeado estos últimos días: una joven mamá regalando a su bebé de siete meses por no tener nada que darle de comer. Alguien que hacía cola para comprar alimento, le escachó un cambur y se lo estaba dando cuando le advirtieron que tuviera cuidado no fuera que por las ansias conque la niña tragaba se fuera a asfixiar.
     La otra escena corresponde a una joven viuda que estaba a punto de desmayarse junto a su hijita de tres años porque no tenía trabajo, dinero y por consiguiente nada que comer.

     Todos estos episodios ocurrieron y ocurren diariamente en este país que según nuestros gobernantes y voceros "aquí hay comida para alimentar a tres países más y en donde no se necesitan medicinas".

     Hay que tener MUCHA PELÍCULA, señor Maduro para creer que esto que se vive en Venezuela  no es un drama.


No hay comentarios:

Publicar un comentario