Si hablamos de abuso y abusadores encuentro el ejemplo perfecto: el uso contínuo y sistemático de los medios de comunicación, llámese TV, radio o periódicos, siempre unidos al cordón umbilical del presidente Maduro.
Este cotidiano parloteo de nuestro dirigente mayor, a mi juicio, es pesado, insípido, repetitivo, sofocante, y demasiado largoooo; ¿acaso es necesario tanto tiempo para decir tan poco?
Lo que resulta increíble es que tenga el valor para despotricar de todos los medios y ordenar sacar del aire a los que discrepan de sus políticas desacertadas o que simplemente quieran mostrar la realidad nacional, así como no suministrar papel a los periódicos, o bien no renovando las concesiones de la radio; ¿acaso no es un abuso, acaso detrás de esa política no hay un abusador?
Y él sabe lo que hace, cuando un programa de TV tiene audiencia, allí va y lo interrumpe. ¡Qué bueno sería hacerle lo mismo! Se dió el caso esta semana con *Wladimir a la 1* Llegué a contar once (11) programas interrumpidos en sus respectivos canales. Por favor señor presidente ojalá rectificara en su actitud y fuera consciente del daño que está haciéndonos al tratar de impedirnos ser críticos. NO lo logrará.
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