Tío Simón se marchó con su voz y su tonada a buscar otros senderos
porque en el país que amó, se ha prendido el candelero.
Le pido que donde esté, ponga su canto a sonar
a ver si puede arreglar este triste panorama.
Yo lo siento tío Simón, pero te fuiste a destiempo,
esta tierra adolorida ya no aguanta más lamentos.
Estoy segura Simón, que tu muerte fue sentida,
como sentida también es tu Patria tan herida.
Me pregunto tío Simón, si nos puedes dar de ñapa, un cuatro como el del Papa
y aunque estés en una hamaca descansando allá en el Cielo,
pídele a los angelitos que te busquen tu sombrero y te pongas alpargatas,
para bailar un joropo con cuatro, arpa y maracas.
¡Caracha, tío Simón! le pedimos al lucero que nos de su claridad,
porque tú la llevas ya prendida en tu cancionero
y al mismo tiempo también, con tu coro de querubes y tu tonada dulcita,
bendícenos con amor,
ETERNAMENTE,
VENEZUELA
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