martes, 15 de marzo de 2016

UN DÍA DESPUÉS

     El pasado 9 de marzo, un día después de la conmemoración del día internacional de la mujer, escuché parte del discurso de Maurimar Baloa, representante  indígena, quien se expresó en nuestra asamblea nacional de manera diáfana, directa y con verdadero sentimiento autóctono.

     Esta mujer, joven por cierto, me emocionó por el contenido dramático de sus palabras. De tal magnitud fue su clamor por el abandono y penurias de tantos pueblos indígenas, incluyendo el suyo, que motivó los aplausos de todos los asistentes a dicho evento, abrazos y besos además de palabras de solidaridad y comprensión.

     ¡Ojalá su clamor no se quede únicamente en palabras salpicadas de dolor y también nuestro poder ejecutivo, llámese presidente de la República, entienda la magnitud del drama que sufren nuestras etnias.

     Maurimar Baloa concluiría diciendo, "¡Amazonas es Venezuela!" una forma explícita de recordarnos que les hemos relegado y abandonado. Aquí cabría el eslogan: Prohibido olvidar.

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