sábado, 21 de mayo de 2011

SOBRE LENTEJAS Y "ALGO" MÁS

     Ayer, limpiando unas lentejas para el almuerzo, me dí cuenta que nuestra sociedad o nosotros nos parecemos a las lentejas.
     En principio, estas legumbres por ser tales, se crían y viven en VAINAS.
     Si observamos la diversidad de sus matices, las hay casi rosadas, marrón claro y obscuro, achocolatadas hasta negritas, es decir, VARIOPINTAS, como nuestras mezclas étnicas.



     Al percatarnos de su tamaño y contextura, las vemos redonditas perfectas, flaquitas, esmirriadas, arrugadas y feítas.
     Y qué ocurre a la hora de limpiarlas? vamos eliminando a las más débiles, las que no nos sirven; hacemos un montoncito para luego botarlas. 



      Después de ese proceso de selección hay que remojar las que quedan. Las REDONDITAS se hinchan y van ocupando todo el espacio, atropellando al  resto hasta volverse BUCHONAS. Las más DÉBILES que necesitan hidratarse también, se sienten sofocadas y entonces decidimos echarles más agua pero... Oh. sorpresa! surgen las vacías CAMUFLADAS. Si te das cuenta, las sacas del montón, porque si no, se adueñan de tu guiso y flotan como si para ellas no hubiera tormentas ni vaguadas.
     Por lo demás, aunque creamos que fuimos cautelosos a la hora de limpiarlas, siempre persiste alguna piedra IRREVERENTE que hay que eliminar del caldo, a riesgo de que nos parta un diente o nos saque la piedra.

3 comentarios:

  1. jajajjajajaja claro siempre hay una piedra salia que te arruina el momento lo importante es detectarla a tiempo y savarla de tu caldo

    ResponderEliminar
  2. Madre, me encanta...... una particular manera de compararnos.... besos

    ResponderEliminar
  3. Pues si, una forma muy peculiar ....

    ResponderEliminar